33 - Hacia la pureza de la mente
La mente se vuelve pura cuando se cultivan hábitos que favorezcan las actitudes de contento y felicidad; de compasión hacia los sufrimientos; de virtud; y de indiferencia hacia el vicio.
Para
purificar la mente podemos cultivar nuestro hábitos y practicar la amistad, la
compasión y la aceptación hacia los demás, sin detenerse en sus vicios.
En las relaciones
humanas encontramos las mejores oportunidades para ser santos o para ser
demonios, ya que las personas con las que nos relacionamos muestran un amplio
rango de comportamientos que nos iluminan y nos asustan.
Los hábitos que escogemos o favorecemos, van formando unas posibilidades de purificación o de desorden. Son
escogencias que podemos activar o desechar. El camino de la amistad, de la
aceptación del otro, de la compasión por el que sufre y el de no enfocarse en
la negatividad y en los vicios de las personas, es una de las
formas eficaces para purificar la mente y para liberarla de los obstáculos ya
mencionados
La iluminación del mundo
El mundo está a la
espera de la luz de mi amistad
para que yo lo
acoja en sus tristezas,
me regocije en sus
virtudes y riquezas
y lo acepte como
es, sin enfocarme en criticar.
El mundo está a la
espera de almas puras
que lo alumbren con
destellos de compasión,
que sonrían con el
gozo del inocente y del cantor
y que animen al que
se atrasa, con palabras de ternura
Ejercicio de la amistad para
siempre
Cultivemos la amistad
para siempre reuniéndonos con grupos de personas con la idea de descubrir y
compartir los secretos de la amistad, de practicar la compasión, la aceptación
del otro y la admiración por el otro, en un ambiente de semilla que se cuida
para que brote y crezca para siempre.
Muy bien Enrique. Felicitaciones.
ResponderEliminarGracias de verdad
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